Lugar Natal (1989) - Eduardo Kingman
"No es verdad que el mundo está todo descubierto. El mundo no es sólo la geografía con sus valles y montañas, sus ríos y sus lagos, sus planicies, los grandes mares, las ciudades y las calles, los desiertos que ven pasar el tiempo, el tiempo que nos ve pasar a todos. El mundo es también las voces humanas, ese milagro de la palabra que se repite todos los días, como una corona de sonidos viajando en el espacio."
-José Saramago.
Reminiscencia de aplausos, sí, esa imposible fusión de células de la palma de la mano, que uno se empecina en que un día de estos, el refugio se unirá.
La marcha del poeta se nos viene en dolores que se inventan, en depresiones por lo ajeno… el materialismo que les corroe el cerebro a las masas y les vacía el alma, en succiones fugaces
de a poco.
Hoy respiré harta de leer que la gente alza la cabeza y mira al cielo, como esperando que éste se caiga, como esperando respuestas inútiles.
Me abrazan tantos libros desde sus estantes remolino, no podría yo separarme de las letras, de las palabras, estructuritas del humano, porque la voz es signo del dolor y del placer, ya lo dijo Aristóteles, homo sapiens; ni tanto, homo amans capaz de abstraer sonidos y darles un significado en el orden de las emociones.
Solamente nos basta un par de ojos para observar desde un punto que otros no, y escribir a partir de esos ojos de matices múltiples y bostezos más prolongados, porque el tiempo es la diferencia, el tiempo es la respuesta menos fácil, para no el proceso pero sí el entender los desfases. Me perdí de tanto poema, de tanta realidad sujeta a sueños.
Y entonces, así el cuerpo empieza a reclamarte tanto maltrato o sea: tanto insomnio (me duele la cabeza), y la mente me cuestiona por qué permanezco en un lugar por tanto tiempo. Sí, tengo el alma más que adolorida, resfriada, porque a veces soy el cielo que atormenta, la tarde que galopa, en cada sueño, en cada herida.